Un día Lucía se fue de vacaciones a un hotel de Holanda; entonces cogió un avión.
En el avión sonó: ¡ Abróchense los cinturones, vamos a despegar !, y el avión despegó. Después le preguntaron:
- ¿ Quieres desayunar, pequeña ?
- Sí, dijo Lucía, pero, ¿que hay?.
- Hay zumo, pan, jamón, queso y de postre manzana.
- ¡ Que bien !, dijo Lucía.
Y se imaginó a ella montada en una nube comiéndose el desayuno.
Pero le despertó un ruido, era ! abróchense los cinturones, que vamos a aterrizar !.
Lucía se agarró a su padre muy asustada. Al final, Lucía se dío cuenta de que sólo sintió una cosquilla en el estómago.
En el avión sonó: ¡ Abróchense los cinturones, vamos a despegar !, y el avión despegó. Después le preguntaron:
- ¿ Quieres desayunar, pequeña ?
- Sí, dijo Lucía, pero, ¿que hay?.
- Hay zumo, pan, jamón, queso y de postre manzana.
- ¡ Que bien !, dijo Lucía.
Y se imaginó a ella montada en una nube comiéndose el desayuno.
Pero le despertó un ruido, era ! abróchense los cinturones, que vamos a aterrizar !.
Lucía se agarró a su padre muy asustada. Al final, Lucía se dío cuenta de que sólo sintió una cosquilla en el estómago.
Claudia Calvo Muñoz - 3º C
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