Había una vez un niño que se llamaba Carlitos y que vivía con su mamá en una pequeña casita en la montaña. Allí el ayudaba en las tareas domésticas.
Una mañana , Carlitos lavó sus viejos calcetines y los colgó de la rama de un árbol que había detrás de la casa para que se secaran,y bajó al pueblo a estudiar.
Ese día, le entregaron las notas y como era un niño muy bueno y muy estudioso en todas las asignaturas, tenía un sobresaliente, asi que con la ilusión de enseñárselas a su madre, a Carlitos, se le olvidaron sus calcetines viejos que había dejado colgados al sol. Pasaron los días y en su corazón deseaba tanto, tanto recibir una sorpresa en Navidad...
Todos los niños, estaban en esos días pensando en sus regalos que pronto recibirían.
Llegó por fin el día mas esperado, el DÍA de NAVIDAD. El pobre Carlitos salió de la casa un poco triste porque el regalo tan deseado tendría que venirle del cielo. Suspiró, sacudió la cabeza y miro hacia arriba, Y de repente: - ¡Ay, mis calcetines viejos ! - dijo al mirarlas colgando y se acerco más al árbol .
Dentro de uno de los calcetines un pajarito del cielo había hecho su nido y allí estaban, como un regalo vivo y palpitante, mas hermoso que todos los regalos del mundo, tres pajaritos cubiertos de suaves plumas como seda que lo saludaran piando, piando como si lo conocieran de toda la vida. Y así Carlitos aprendió que se debe creer en los milagros.
María Morejón Piña - 3º C